Abuelos: cuidado con malcriar a tus nietos

23 May, 2018

Abuelos: cuidado con malcriar a tus nietos

Nuestra sociedad está cambiando y cada vez hay más hijos únicos y los padres trabajan más horas fuera de casa. Esto implica que los niños cada vez pasan menos tiempo con su padres (los verdaderos educadores) y más tiempo con los abuelos o terceras personas que les cuidan apareciendo así la figura de los abuelos canguro.

Muchos padres para compensar el hecho de que no pasan mucho tiempo con sus hijos y se sienten culpables, intentan compensarles dándoles todos los caprichos y haciendo que se sientan el centro del universo. De hecho, ahora se escucha poco aquella frase que decía mi abuela: “cuando un mayor está hablando los niños no le interrumpen” Todos conocemos a ese tipo de padres que está pendiente de todas y cada una de las necesidades/exigencias de su hijo, convirtiéndolo en un pequeño tirano.

Pero no vamos a hablar de los padres y de su forma de educar sino de esos abuel@s que ejercen de canguros de sus nietos. Los llevan y recogen al cole y pasan toda la tarde con ellos hasta que llegan los padres de trabajar. Esos abuel@s que tienen el cielo ganado pues están criando doblemente, primero a sus hijos y ahora a sus nietos. Esos abuel@s que pasan más tiempo con sus nietos que el que pasan sus propios padres.

Pues bien, este tipo de abuelos no deberían ser unos abuelos consentidores. No es lo mismo un abuelo/a que vea a sus nietos una vez  la semana y que en ese tiempo que pasan juntos sea más benevolente con las normas y los caprichos de sus nietos que un abuelo que pasa todas las tardes con sus nietos.

Los abuelos/as canguro deberían ser conscientes de que juegan un papel muy importante en la educación de sus nietos. Pues están supliendo en cierta medida el papel de sus padres en cuanto a cantidad de tiempo. En este tipo de situaciones, los padres y los abuelos deben tener muy buena comunicación y los abuelos/as deberían seguir las pautas de los padres con respecto a la educación de los niños. En ningún caso, los abuelos/as deberían de contradecir una norma dicha por los padres a los niños. Por ejemplo, no es lo mismo que los padres les digan a los abuelos que no vean mucho la tele, que el caso de que los padres les digan a los hijos que no quieren que vean más de media hora al día la tele. En el primer caso, la norma de los padres es flexible y está en manos de los abuelos. En el segundo caso, la orden ha sido dada a los niños para que aprendan a ser responsables y si los abuelos/as permiten de forma sistemática ver a sus nietos la tele toda la tarde, los niños concluirán que las normas de los padres se pueden saltar sin problemas, al menos en casa de los abuelos.

Es importante tener un equilibrio y ser consciente de que si pasan muchas horas con tus nietos también debes colaborar en su educación y no puedes permitir que tu nieto se convierta en un tirano en tu propia casa y que haga en ella lo que quiera. Saber decir NO también es una labor que deben aprender los abuelos como parte de su abuelidad. Estos abuelos canguro no se pueden permitir el lujo de ser abuelos consentidores pues está en juego la educación de sus nietos.

Desde aquí toda nuestra admiración y gratitud a esos abuelos/as canguro que hacen posible que las familias de hoy en día funcionen. ¡Gracias!

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Si tus hijos no tienen abuelos cerca y te gustaría que tuvieran a una persona de otra generación de referencia que les aporte un cariño extra, pincha aquí

 

1 comentario

  1. […] Los niños son egoistas por naturaleza y si saben que los abuelos son incapaces de negarles algo, estarán siempre pidiendo cosas. En estos casos, se corre el riesgo de que los nietos lleguen a ser pequeños tiranos ejerciendo la tiranía sobre sus propios abuelos. Y en casos extremos, esta situación de dominación podrán extrapolarla a su círculos de amigos en la medida en que sus amigos tengan personalidades débiles y llegar a ser abusadores o extremadamente caprichosos. Ya hemos hablado sobre el peligro de consentir en exceso a los nietos en nuestro artículo: Abuelos: cuidado con malcriar a tus nietos. […]

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