¿Por qué se para el tiempo en casa de los abuelos/as?

19 Mar, 2018

¿Por qué se para el tiempo en casa de los abuelos/as?

La relación entre abuelos/as y nietos/as como hemos hablado varias veces es sumamente especial. Cuando se tiene la suerte de disfrutar de unos abuelos/as que les gusta ejercer su abuelidad se generan momentos imborrables en la vida de un niño.

Muchos de esos recuerdos provienen de las casas de los abuelos/s. Seguro que, si has tenido la suerte de disfrutar de tus abuel@s, puedes cerrar los ojos y volver a recordar tal y como era su casa. Cómo estaba dispuesto el salón, tu lugar favorito de la casa, el sillón donde se sentaba tu abuelo/a e incluso ¡su olor! Es cierto, los olores y sabores son parte de los recuerdos. Las casas de las abuelas tienen un olor especial, una mezcla maravillosa entre polvo, de tanto recuerdo almacenado, rica comida casera y ese perfume especial que utiliza la abuela. Cada uno sabe cómo olía la casa de sus abuelos.

Y envueltos en ese aroma tan característico suele pasar algo casi mágico. En casa de los abuelos el tiempo pasa más despacio. Entrar en casa de los abuelos es respirar tranquilidad y paz. Es como si se parase el reloj, se van las prisas diarias. Los pequeños notan esa tranquilidad y quietud que ofrecen los abuelos/as, unas personas que ahora disfrutan mucho más de su tiempo sin tener que trabajar fuera de casa.

Cuando un niño pasa la tarde en casa de los abuelos jugando con ellos, se le olvida todo, y ¡al abuelo/a también! Ya no hay dolencias durante ese rato, ni deberes que hacer ni prisas para ir las actividades extraescolares. Es un tiempo mágico donde la única preocupación es disfrutar de la relación entre abuelos y nietos.

Los abuelos son capaces de transportar a los pequeños a otros mundos con sus historias y mucho más si esas historias van acompañas de atrezzo tal como fotografías antiguas, diarios, ropas y todo tipo de recuerdos maravillosos que todo abuelo/a que se precie guarda en sus cajones.

Debemos disfrutar de esa relación abuelo-nieto y hacer un esfuerzo para que nuestros hijos/as la disfruten también. Los abuelos y abuelas son personas mágicas en sus vidas que no estarán para siempre y esos momentos son dignos de ser vividos y compartidos.

No hagamos que las prisas del día a día impidan a nuestro hijos ver a sus abuelos/as y disfrutar de ellos. Deberíamos poner dentro de nuestro horario semanal al menos una visita a casa de los abuelos/as para que nuestros hijos/as disfruten de esa magia tan especial. Regalémosles a ambos la oportunidad de relacionarse compartiendo su tiempo y generando esos recuerdos en forma de imágenes, olores y sabores en un lugar donde el tiempo se para: la casa de los abuelos.

Y si tus hijos no pueden disfrutar de sus propios nietos, conocemos a muchas personas mayores que están deseando tener nietos/as y poder compartir vivencias con los pequeños que son fuente de vida y de ilusión. Si aún no nos conoces te invitamos a hacerlo en nuestra web.

 

1 comentario

  1. Una bonita reflexión sobre el papel de los abuelos. Yo no pude conocerlos, quizá por eso pongo ahora mucho empeño en que mis nietos me conozcan a mí.

Deja una Respuesta

*