
Abuelos, ¿jugamos a enseñar a ahorrar a los niños?
¿Qué abuelo no le compra un capricho a su nieto? Lo normal es que los abuelos consientan a sus nietos en todos los caprichos que puedan. Pero, ¿y si convertimos en un juego el hecho de enseñar a ahorrar a los niños?
Los abuelos suelen ejercer un papel de consentidores y suelen dar muchos caprichos a sus nietos. Los niños conocen las debilidades de cada uno y saben que a los abuelos les cuesta decirles a algo que “no”. Por eso, se aprovechan pidiendo siempre a los abuelos/as que les compren cosas y más cosas.
Los abuelos/as deben ser conscientes de que los niños de hoy en día son presas de un consumismo muy exagerado y que si de ellos dependiera estarían siempre pidiendo más y más. Cuando los abuelos salen de paseo con los nietos y entran a una tienda o a un súper ya están perdidos! Es casi imposible decirles que no les van a comprar esos chicles, esos cromos o un huevo Kinder o una bola de la máquina. Normalmente son detalles que no cuestan mucho dinero, aunque en otras ocasiones sí son gastos importantes.
Desde Quiero Un Abuelo os vamos a proponer un juego para enseñarles a los nietos el valor del dinero sin tener que decirles a tus nietos que no les compras lo que quieren. Vamos a jugar a enseñar a ahorrar a los niños.
Reglas del juego
Lo primero que hay que hacer es comprar una hucha. Nuestra recomendación es que sea una hucha de las antiguas del cerdito de barro que hay que romper para sacar el dinero. Se puede pintar el cerdito y ya tenemos otro rato divertido para pasar con los nietos.
Una vez que tengan la hucha, deben poner un objetivo en común: vamos a enseñar a ahorrar a los niños para conseguir dinero con el fin de comprar o hacer algo que le haga ilusión a los pequeños y que tenga un valor considerable. A ser posible, el objetivo en común debe ser algo para hacer juntos entre abuelos y nietos: entradas para ir a un teatro, una mochila nueva para hacer una excursión, una cámara de fotos con la que retratar momentos especiales…
Tras este pacto, cada vez que vayan nietos y abuelos juntos y se de la oportunidad de comprar esa pequeña cosa que hasta ahora siempre compraban, deben consensuar entre abuelo y nietos qué hacer: si comprar o ahorrar ese dinero en la hucha para conseguir el objetivo común.
Si deciden no comprar y ahorrar ese dinero, el abuelo se lo dará al pequeño para que lo meta en la hucha. Así hacemos partícipes a los pequeños y ellos mismos van viendo cómo va pesando cada día más el cerdito.
Sería recomendable llevar más o menos la cuenta del dinero que hay en la hucha para saber cuándo habrá dinero suficiente para alcanzar el objetivo fijado. Si los niños son suficientemente mayores quizás puedan llevar ellos mismos el registro de las cantidades que entran en la hucha. También se puede dejar por sorpresa la cantidad pero en este caso, hay que asegurarse de que cuando vayamos a romper la hucha tenga dinero suficiente para adquirir el objetivo común. Así el pequeño verá recompensado su esfuerzo de no comprar esas pequeñas cosas diariamente.
El día que elijamos para romper la hucha debe ser un día especial. Puede ser una fecha señalada o simplemente hacer que ese día sea especial preparándolo con un poco de antelación. Podemos ir diciendo faltan 30 días para abrir la hucha, faltan 28, etc. Antes justo de abrirla debe quedar clara la cantidad que debemos alcanzar para conseguir el objetivo. Debe ser el niño el encargado de romper la hucha, siempre con precaución. También es recomendable que cuente el dinero el peque pues así les ayudaros a conocer el dinero y a saber contarlo.
Es muy importante que los abuelos no se vean tentados en rellenar esta hucha sin que estén los peques o que quieran comprar directamente el regalo fijado. Una vez que se han establecido los criterios hay que cumplirlos y los abuelos también, no queremos enseñar a hacer trampas, queremos enseñar a ahorrar a los niños