La importancia de las vacunas

26 Mar, 2018

La importancia de las vacunas

Estos días se está hablando mucho sobre vacunación al hilo de un cambio en el calendario en la comunidad de Madrid para reducir el número de pinchazos manteniendo la misma seguridad y cobertura de los pequeños. Por ello, hemos querido recuperar este tema para reflexionar sobre las vacunas.

Según la OMS se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral.

Las vacunas son, sin duda, uno de los hitos en la medicina ya que gracias a ellas se han erradicado numerosas enfermedades y, por ende, se han evitado muchísimas muertes.

Sin embargo, hay colectivos antivacunas que creen que son causa de efectos secundarios gravísimos o que los calendarios de vacunación obedecen a intereses farmacéuticos. Entre ellos “voces” tan conocidas como puedan ser Robert de Niro, Jim Carry y hasta un Nobel, Luc Montagnier.

Algunas de estas personas han constituído la Asociación Afectados por Vacunas, que piden que los organismos competentes informen más y mejor sobre sus efectos secundarios. Algunos estudios, con los que la comunidad científica no está de acuerdo por su falta de rigurosidad, relacionan la vacunación con el autismo y la muerte súbita del bebé. 

Estos movimientos están haciendo que enfermedades erradicadas o casi erradicadas en algunos países aumenten en porcentajes alarmantes.

El peligro de no vacunar a nuestros hijos es que ellos pueden pasar una enfermedad con mayor o menor gravedad, pero pueden contagiar a otros y a bebés que aun no han sido vacunados por calendario.

Por ello, algunos de los motivos por los que las familias deben seguir el calendario de vacunación son los siguientes:

-Previenen y combaten enfermedades: al vacunarnos estamos reduciendo las posibilidades de padecer una enfermedad y, si la pasamos, será de manera más leve.

-Es una acción solidaria, ya que no solo nos protegemos individualmente, sino que protege a nuestro entorno.

-Previene el cáncer de útero.

-Es un derecho del niño, en cuanto que este debe recibir toda la prevención ante posibles enfermedades y/o riesgos para su salud.

A continuación os exponemos los mitos sobre vacunas a los que contesta la OMS:

Mito 1: Las mejores condicion las familias vacunan es de higiene y saneamiento harán desaparecer las enfermedades; las vacunas no son necesarias. FALSO

Mito 2: Las vacunas conllevan algunos efectos secundarios nocivos y de largo plazo que aún no se conocen. Más aún, la vacunación puede ser mortal. FALSO

Mito 3: La vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna antipoliomielítica, pueden provocar el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS). FALSO

Mito 4: Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están casi erradicadas en mi país, por lo tanto no hay motivos para que me vacune. FALSO

Mito 5: Las enfermedades de la infancia prevenibles mediante vacunación son algo inevitable en la vida. FALSO

Mito 6: La administración simultánea de más de una vacuna puede aumentar en los niños el riesgo de efectos secundarios nocivos, que a su vez pueden sobrecargar su sistema inmunitario. FALSO

Mito 7: La gripe es solo una molestia y la vacuna no es muy eficaz. FALSO

Mito 8: Es mejor la inmunización por la enfermedad que por las vacunas. FALSO

Mito 9: Las vacunas contienen mercurio, que es peligroso. FALSO

Mito 10: Las vacunas causan autismo. FALSO

Si queréis leer el artículo completo podéis pinchar aquí.

Os invitamos a conocer un proyecto muy interesante, Hablamos de Vacunas llevado a cabo por Laboratorio de Espacios Intergeneracionales donde pretenden poner en valor las vacunas desde el prisma intergeneracional.

Y recordad, estas enfermedades han casi desaparecido gracias a la vacunación, pero pueden reaparecer si se deja de vacunar. Creemos que es importante ser conscientes de que al vivir en sociedad tenemos que evaluar algunas de las decisiones que tomamos a título personal. Decidir no vacunar a tus hijos puede ser un posible riesgo para él o ella y para los demás.

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