¿Por qué es tan especial la relación con los abuelos?
Quien se ha criado teniendo una relación cercana con un abuelo o abuela, la recuerda para toda la vida. Y es que la relación con los abuelos es muy especial para un niño. Como algunos dicen: “Los abuelos dejan huella en el corazón”.
El entorno de los niños y niñas es la clave
Cuando uno es pequeño, la figura de los abuelos es mágica. Para explicar esto es necesario conocer el entorno de los niños/as. Los pequeños habitualmente tienen los siguientes tipos de relación:
- Niñ@s-niñ@s: L@s niñ@s se relacionan con otros niñ@s en el entorno escolar y en todas sus actividades extreacolares. En ese entorno se sienten en igualdad con los demás niños y niñas con los que pueden jugar, aprender juntos e incluso competir o rivalizar pero siempre en el mismo nivel.
- Niñ@s-padres/madres: Los padres y madres son esas figuras que ofrecen protección, cariño, comprensión y autoridad. Somos conscientes que en los tiempos que corren, los progenitores tenemos cada vez menos tiempo para dedicar a los pequeños, jugar con ellos y atenderlos, y nuestro papel se enfoca más en la educación y en mantener el orden en casa. Por tanto, los niñ@s ven a los padres y madres como esa figura cercana, pero con poco tiempo y que intenta mantener las normas.
- Niñ@s-adultos: Podemos incluir en esta clasificación a los profesores, tanto del colegio como de otras actividades, a las amistades de los padres, a los tíos, etc. En estos casos, también suele ocurrir que el adulto tiene una relación de autoridad con el pequeño aunque pueda existir mayor o menos cercanía en la relación.
- Niñ@s- abuelos: La mayor parte de este tipo de relaciones no son de autoridad como pasa con el resto de adultos. Evidentemente, los abuelos cuidan y guardan por la integridad de los pequeños, pero la relación es a otro nivel.
Claves por las que la relación con los abuelos es tan especial
La relación con los abuelos es tan especial porque son generaciones diferentes, donde ninguna de las dos juega un papel de autoridad absoluta como ocurre con el resto de relaciones intergeneracionales a las que el niño/a está acostumbrado.
Los niños/as están acostumbrados en su vida cotidiana a que los adultos les manden y ellos tengan que obedecer. Les ocurre en el colegio, en casa y hasta en las actividades que realizan para entretenerse y aprender otras habilidades.
La aparición de los abuelos/as en la vida de los pequeños es una ruptura con esa idea que ellos tienen de que adulto es igual a autoridad. Los abuelos/as suelen relajarse con sus nietos y suelen ser más permisivos en cuanto a las normas a seguir. Esta situación es percibida por los niños rápidamente y hace que los abuelos/as se conviertan en sus cómplices permitiéndoles hacer esas pequeñas cosas que no les permiten otros adultos.
La mayor parte de los abuelos ejercen dos tipos de roles con sus nietos: compañía y cuidado. Los abuelos/as se interesan por los temas de los pequeños y los niños sienten ese interés como una demostración de su apoyo y cariño. Es fácil que un niño comparta algunos secretos con sus abuelos y no con sus padres. En este sentido, os recomendamos leer El Papel de los Abuelos ante el Bulling.
Los nietos también se preocupan por sus abuelos/as y se interesan por todo aquello que les pueden contar. Saben que los mayores son una fuente de sabiduría y que conocen un montón de cosas, cuentos, juegos,… El niño/a pregunta, fruto de su incisiva curiosidad, y el abuelo/a responde encantado de encontrar a alguien que le interesen sus historias, sus experiencias,… Es un tándem perfecto.
Los mayores tienen tiempo y no van con prisas a todos lados como el resto de los adultos. Esto permite que la relación sea más relajada, sin ese estrés que impone el reloj. Los abuelos/as tienen tiempo para dedicar a sus nietos para jugar, leer, escucharse mutuamente,…, y esta tranquilidad es percibida positivamente por los más pequeños.
L@s abuel@s simplemente quieren disfrutar de sus nietos y compartir tiempo con ellos. Para un abuelo/a la risa de sus niet@s es la mejor música que puede escuchar. Y por ello, están dispuestos a hacer casi cualquier cosa para que sus nietos sean felices pues, con toda la experiencia que da la vida, ese debería ser el objetivo de cualquier persona: ser feliz.
Todas estas razones y muchas más difíciles de explicar son las que hacen que la relación con los abuelos y las abuelas sea tan especial y que se conviertan en personas que marcan a los pequeños para toda su vida.