¡Bienvenido a Quiero Un Abuelo!
Hola y gracias por estar aquí.
Soy Leticia, la responsable de este proyecto y te contaré un poco sobre mí para que entiendas el porqué de Quiero Un Abuelo.
En ese tiempo, conocí a un galleguiño que me robó el corazón. El destino, o más bien el trabajo nos derivó a La Coruña, donde poco tiempo después nació mi primera hija. En aquel momento mi visión de la vida cambió. Entendí que en mi vida lo importante ya no era yo ni mi pareja, sino mi hija, y dejé mi trabajo para dedicarme a mi familia. Me encantaba pasar tiempo con ella y simplemente mirarla.
Empecé a echar de menos muchísimo a mis padres, ellos se estaban perdiendo cómo crecía mi hija. Mi padre desgraciadamente falleció años antes y mi madre vivía en Granada y podía viajar poco (muy a su pesar) pues ejercía de cuidadora de mi abuela.
A los dos años nació mi segunda hija, doble alegría. Entonces, el sentimiento de añoranza de mis padres no hizo más que multiplicarse.
Afortunadamente, mis hijas están creciendo cerca de sus abuelos paternos que pierden la vida por ellas y les ofrecen todo ese cariño incondicional que sólo los abuelos saben dar. Y gracias a mi madre que ha superado su vuelo a volar por venir muy a menudo a ver a sus nietas.
Cuando yo era pequeña crecí muy unida a mi abuela materna, mi abuela “Filo”. Tengo infinidad de recuerdos de ella, y, entre otras muchas cosas, me enseñó su pasión por la lectura y a no decir mentiras ni hacer trampas en los juegos. Ir a su casa era como si se parara el tiempo y todo eran juegos y risas. Recuerdo que era incapaz de ponerse seria para regañarnos a mi o a mis hermanos cuando hacíamos alguna trastada.
Toda esta situación me hizo plantearme que hay muchas familias cuyos hijos no pueden criarse cerca de sus abuelos. Pienso en esos niños que no podrán tener esos maravillosos recuerdos que yo tengo de mi abuela.
¡Y aquí estoy! Con un proyecto entre manos que está creciendo gracias a gente que “simplemente” quiere dar y recibir cariño. Me estoy encontrando personas con mucho corazón y dispuestas a compartir su tiempo con niños ajenos a su familia. Porque creen, al igual que yo, que el roce hace el cariño y que no es necesario que sean sus nietos de sangre para que se genere una relación de verdadero afecto entre un abuelo/a y un niño/a.
Gracias a todos los abuelos y abuelas que os registráis día a día. Que sepáis que trabajo para poder ofreceros unos nuevos nietos.
Gracias a todas la familias que os registráis. Gracias por pensar en vuestros hijos y querer darles un abuelo o abuela. Espero ayudaros a encontrar una persona que cumpla vuestras expectativas.
¡Entre todos haremos que la infancia de los pequeñ@s sea un poco más feliz!